Ciro sin mí,
terminó la carrera, se hizo hombre,
mejoró los modales, aprendió inglés,
compró móvil,
tomó pastilla para el colon, respetó semáforos,
usó cinturón, cuchara y tenedor,
servilleta y posavaso, camisa y prendedor,
dejó las riñas callejeras,
conoció a una damita que le quitó las gafas,
lo acostó tres veces, en la tercera lo embarazó,
se lo llevó a Ecuador (cerca de Plumas Verdes)
y nunca, pero nunca más,
nos subimos a la higuera, a pasar las horas,
comiendo, fumando,
callando.