domingo, 11 de noviembre de 2018

Dalí


Salpico con pinceladas desprolijas los márgenes de la tela,
trazo un marco irregular, 
una "y" inmensa junto a un signo de pregunta.
De rojo sangre algo parecido a un corazón.
Dos puntos: gaviotas,
negras "ve cortas" que se alejan.
Naranja oscuro pegado al mar.
Furia blanca en la cresta de las olas,
furia en las nubes. Muchas "emes" seguidas.
Contorneo la forma de los ojos que mataron; les doy nombre.
Intento la playa, las carpas, los botes, un árbol.
Punteo la miniatura de un vestido a lunares que se va.

Termino por sincerarme con el lienzo y con vos:
les doy fuego a los dos.

lunes, 5 de noviembre de 2018

Sin


A veces la vida toma caminos insospechados, 
pendientes interminables o ripios imprecisos, 
rectas eternas o laberintos arbolados, 
curvas sexuales o pendientes apocalípticas, 
espejismos asfálticos o kilómetros sin nafta;
pero otras veces (las menos) gira imprudente hacia Ruta Felicidad, 
y la circula siempre 

sin comerla ni beberla.

jueves, 28 de junio de 2018

Revancha

Dejé a mi viejo y a su testarudez bajo esta copiosa llovizna de junio,
y no me importó. Como no me va a importar escupir su tumba,
y un tiempo después, raspar las últimas carnes de sus huesos para dárselas a los perros,
tirarlos en una caja de madera que nunca más veré.
Por que a él tampoco le importó dejarme sin años nuevos, ni navidades, sin cumpleaños, sin sus asados; engañar a mi madre, quitarle a su esposo, y salir tras las polleras de chicas de mi edad; por eso.

Acordes


Mientras la selva tucumana se plagaba de ataúdes de colores,
manijas de hilo,
dicen haberlo visto a Hendrix ayudando en los entierros,
también, más tarde, en las noches de esos días,
tocando la criolla que Santucho le prestaba;

entonces,
acordes de Dios,
ataúdes de colores.

sábado, 3 de marzo de 2018

Se que a usted se lo puedo contar


Estoy diciendo "qué más da" más de la cuenta;
mis ojos tienen una excusa para reventar cada noche:
un novelón, una película de amor imposible, un resumen de cambio climático, el estado actual de migraciones, un encuentro tardío, etc, etc, etc.

Usted, que lo adivina todo, adivine esto:
un doloroso cansancio me aparece en los hombros cuando estoy sentado y en el resto del cuerpo cuando me acuesto;
estudio al que me habla, en vez de escucharlo;
perdí la memoria a corto plazo, perdí el deseo de sentarme a "contar", perdí a gente valiosa, perdí.

Salgo a la calle por la mañana solo si tengo bien enganchada a mi espalda a la locomotora de 10 toneladas + leña;
vendo los poemas en una fábrica de pastas; a 20 los cortos, a 40 los largos (las viejas se van felices).

Estoy dejando crecer a esa planta entre el yuyal; le hice un espacio, 
¿quién sabe? con suerte será una zarzamora (espinosa y dulce).

Era octubre de 1976 cuando se ofreció tan hermosamente
mientras yo ignoraba su necesidad.

Estoy diciendo "qué más da", más de la cuenta.
Se que a usted se lo puedo contar.

sábado, 3 de febrero de 2018

Gracias

a mi hija Natalie


Yo soy un mulo viejo, terco, cansado,
y vos, amiga,
la belleza que tira de mí.
Cada uno cumple su papel.
Yo, el de ver al castillo cada vez más lejos,
vos, el de susurrarme al oído "no nos falta nada".
Vamos, sin embargo, juntos por este camino pedregoso.
A veces, el viento trae el aroma de tu cuerpo hasta mi nariz,
entonces, cometo el error de tener esperanza.
Y digo: gracias, gracias por insistir.